lunes, 8 de septiembre de 2008

"Hasta aquí no más llegamos gordo".


La historia es sencilla. Santibañez preocupado por el contragolpe colombiano, en especial por Ortiz y Díaz. Había que neutralizarlos de cualquier manera. Muchos sabían de la filosofía santibañezca, que profesaba el triunfo sin fijarse en los métodos.
"Los partidos se ganan dentro y fuera de la cancha". De sus tiempos en Unión Española databa la trampa de la botella de cuello largo y la botella de cuello corto.
La de cuello largo contenía agua para sus propios jugadores, pero cuando un rival pedía un poco en pleno partido, la daban a beber la de cuello corto.
Santibañez con la ayuda de los dirigentes, urdió un plan que no por viejo parecía menos efectivo. El día anterior al partido, dos hermosas mujeres llegaron al Hotel Carrera, donde se alojaban los colombianos.

Su objetivo era claro, Díaz y Ortiz. Orientadas por el "personal de apoyo" de la operación, los ubicaron y con guiños, caricias y arrumacos volvieron locos a los jugadores, que aceptaron las insinuaciones de las beldades de hacer el amor ahí mismo.
Según cuenta un ex cónsul de Colombia en Santiago: "Estaban tan calientes que aceptaron coger en un pasillo" Ahí los mataron, porque en un extremo había un gallo sacando fotos. Un famoso reportero "hombre de cancha" amigo de Luis Santibañez.

Esa misma noche, consumada la maniobra, Abel Alonso, presidente de la Asociación Central de Fútbol, llegó a la concentración chilena y les dijo a los jugadores: "Calma, el partido ya está ganado". Y al día siguiente, cuando el capitán chileno Elías Figueroa intercambió banderines con el capitán colombiano,
el propio Ortiz, le dijo :"Mira lo que hay dentro". Entonces aquel se dio cuenta que el banderín chileno pesaba más de lo normal. Lo desenrolló y encontró una decena de fotos de él y Díaz en plena cópula con las chilenas. El jugador que era negro, se puso pálido por única vez en su vida. Chile ganó 2-0 (goles de Caszely y Peredo) y clasificó a semifinales de la copa América. Willington Ortiz y Ernesto Díaz fueron espectros sobre la cancha del Nacional. Consultado Elías Figueroa sobre el incidente, cambió de tema rápidamente: No sé, no me acuerdo. En esa época había mucho fútbol de pasillo. Si pasó algo fue responsabilida dde los dirigentes".

Historias secretas del fútbol chileno.
Juan Cristóbal Guarello Y Luis Urrutia O´nell (chomsky)